Quien es nuestro Ángel Guardián? Realmente existe? Todos tenemos uno? Nos escucha y nos ayuda?
Sin duda, alguna vez nos hemos formulado cualquiera de estas preguntas.
La realidad es que nuestro Ángel Guardián es un ser de luz destinado a cuidarnos desde el momento en que somos concebidos hasta nuestra muerte. Es la presencia cálida y reconfortante que nos permite recuperar la FE en los peores momentos, lanzarnos a una aventura o que nos consuela en momentos de profunda tristeza.
Cuando somos niños, ni siquiera cuestionamos su existencia ya que percibimos su presencia y su protección constantemente, es al crecer que vamos desconectándonos de esta parte espiritual, cuando olvidamos su existencia y su protección.
Pero nunca es tarde para volvernos a sintonizar con él y con el mundo angélico.
Qué hacer?
- Puedes empezar por limpiar tu entorno para elevar la vibración y que sea más fácil entrar en contacto con él.
- Hacerle espacio en tu vida pidiéndole constantemente su compañía
- Puedes instalar un pequeño altar desde donde eleves tus oraciones y pidas su protección.
- Llamarlo en los momentos en que necesites ayuda para resolver algún problema.
- Si sabes su nombre llamarlo constantemente por él para que te haga compañía y te conforte.
Los ángeles están obligados a respetar nuestro libre albedrio, así que no pueden actuar si no les pides su ayuda.
Qué pasaría si en este momento de tu vida decides invitarlo a formar parte activa de ella? Tal vez sea el momento de probar esta amorosa protección. Tal vez sea el momento de reconectarte con ese ser de luz que te está protegiendo y es tu fiel compañero. Solo tienes que intentarlo y ver que ocurre con tu vida, no lo crees así?
Mi deseo para ti que estás leyendo esto es que tu Ángel Guardián te cubra con su luz y amor constantemente. Que te tome de la mano y empiecen a recorrer juntos el camino.
- Que tu Ángel Guardián te guie – Namasté
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